Soy Grover y soy un Neurótico. Soy también un alcohólico, pero puedo decir gracias a Dios que soy un neurótico recuperado y un alcohólico contrarrestado. Yo sé que tuve severos problemas emocionales, mucho tiempo antes de haber bebido por primera vez. Era un muchacho con disturbios, consentido, temperamental, temeroso y solitario. Peleaba con mis padres, les contestaba y les gritaba, luego me arrepentía y el remordimiento era casi insoportable, pero no podía hacer nada. Sufrí de asma psicosomática durante años, crecí con estas inadaptaciones profundamente arraigadas en mí. Fui un solitario en la escuela secundaria, pero mi aprovechamiento fue bueno. Después de graduarme en la secundaria, empecé a trabajar y posteriormente caí en una profunda depresión, no sabía qué era lo que me había pasado, solo sabía que estaba en las profundidades de la desesperación. Después de una encendida discusión con mi patrón, que era un hombre amable y se dio cuenta de que yo era un enfermo, me sugirió que viera a un psiquiatra. Así empecé a ver a uno que él mismo me había recomendado. Lo estuve viendo durante dos años, dos veces a la semana. Investigamos sobre mi niñez y trabajamos sobre mis problemas, diré que el haber visto a este psiquiatra me ayudó mucho, pero yo no me recuperé. De hecho, tuve tantas ideas suicidas que al final de los dos años el psiquiatra se puso en contacto con mis padres en Arkansas y les dijo que se trasladarán a Washington para encargarse de mi coma que él no podía hacerse responsable por más tiempo punto mis padres acudieron por mí. Entonces empecé a una serie de intentos de suicidio.Intenté suicidarme cinco veces antes de cumplir los 21 años de edad, y en la última ocasión estuve a punto de lograrlo. Fui descubierto accidentalmente y llevado a toda prisa al hospital envuelto en hielo y me hicieron una extracción espinal para determinar lo que había tomado, me hicieron un lavado de estómago y fui alimentado por vía intravenosa, estando inconsciente por dos días, apenas me salvaron. Realmente pienso que este fue un serio intento de suicidio. Después de este suceso, de alguna forma estaba consciente de que debería seguir viviendo.Descubrí las relaciones adultas y el alcohol. Yo quería dinero para un departamento, para un carro coma citas y bailes, cine y esa clase de vida coma así que dejé de ver al psiquiatra.Yo no era alcohólico al inicio, ya que me tomó años desarrollar el alcoholismo y solía decir: “Sé que nunca me volveré alcohólico coma porque no me gusta mucho el alcohol…” pero me gustaba la clase de vida que estaba asociada con el licor. El ambiente del Club Campestre, elegantes centros nocturnos clubes de ferrocarriles beber martinis a la orilla de la alberca y el océano, parecían un maravilloso método para ascender en la escala social y así lo hice. Ascendía en la sociedad y conocí a mucha gente elegante. Pero alrededor de 15 años después de una carrera exitosa, no supe qué sucedió. Me había vuelto alcohólico, pero no lo sabía, solo sabía que me encontraba en agonía emocional. Fui de mal en peor, alcanzando el fondo totalmente. Nada me interesaba, solo tratar de matar la pena emocional con la botella.
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